lunes, 18 de marzo de 2013

El miedo a los dentistas y Dolor

Yo le tengo miedo a los dentistas. Así que mucho, mucho miedo de los dentistas. Tengo miedo del dolor. Tengo miedo a las agujas. Soy el tipo de persona que no está en riesgo de convertirse en un usuario de drogas aguja. Todo el mundo debería ir al dentista cada año, algunos dicen que es un buen cuidado dental a ir cada seis meses. Y yo no soy la excepción, pero por lo general esperar hasta que tenga un problema con mis dientes. Que es demasiado tarde. Entonces lamentablemente tiene que hacer nombramientos sucesivos de tener todo en mi boca de nuevo en forma de nuevo.

Me siento en la silla del dentista con las manos agarrando la silla cada vez que visito al dentista. Me gustaría que hubiera una manera más fácil. Siempre les recuerdo que el dentista lo que un bebé que estoy en la silla. A continuación, toma un cuidado suave limpiando en una especie de sabor horrible sustancia pegajosa en la boca, pero esto va a eliminar el dolor. En mi mente, incluso la vibración de un taladro de dentista me puede hacer temblar de miedo al dolor.

Luego, el médico inyectará la aguja en las encías de la boca, y que sé que puedo sentir esa aguja en ir a mis encías. Luego está el goteo de lo que el medicamento adormecedor que pusieron en mis encías ... ella también tiene un sabor horrible.

Con el tiempo, me vuelvo a gusto con el dentista realiza su obra. Me he sentado en la silla cerca de una media hora, y los pinchazos iniciales de dolor han pasado. El dentista tiene su cavidad de llenado. ¿Te molesta como me molesta que los odontólogos siempre quieren hablar con usted y hacer preguntas? Pues bien, la mente hace de todos modos. Asiento con la cabeza y sacudir mi cabeza esperando que no se arruine el trabajo de los dentistas. Ahora siento mi labio hinchado ser, aunque no lo es. A finales de este labio se sentirá bicho, y voy a tener que evitar morderla.

Termino con el dentista, y dejar sentir mucho mejor acerca de haber tomado el cuidado de mis dientes. ¿Y sabes qué? Todavía estoy aquí y la poca cantidad de dolor valdrá la pena grande en las comidas y en el tiempo sonriendo!